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Maria Paula Rueda Yepes

Bendito Cacaito





EL 5 de abril se celebra el Día de la Conciencia. ¡Me pareció una fecha divina! No me había dado cuenta de la cantidad de fechas maravillosas que hay para celebrar. A casi todas las metía dentro del mismo saco de “fecha comercial” o “pretexto cultural”, quitándole el valor implícito que tiene el conmemorar algo y por ende, darle un día especial en el calendario.


Así es que decidí prestar atención a los calendarios de marketing del 2023. Saqué mi cabeza ermitaña de la madriguera y salí a husmear en la red para conocer cuales son las fechas más populares en el año para orientar mis contenidos de Bhumi. A veces me siento tan especial que creo que con mis iniciativas y movimientos internos basta para ser tenida en cuenta, ¡Jajaja, tan convencida! Hasta de pronto si basta con la autenticidad, y aún así decidí unirme al redil, seguir la corriente, abrir ojos y oidos para saber qué pasa en el mundo que me rodea. Dejé de ser isla de mis contenidos y acepté que quiero conocer qué se cuece en el mundo mientras yo remo en mi barquita de reflexiones autónomas. Así fue como encontré el calendario de las Naciones Unidas, de la OMS, del gobierno de Mexico porque no sabía cómo preguntarle a google cuáles son las fechas importantes a considerar para un proyecto como Bhumi. Encontré calendarios Frikis que celebran cosas tan chistosas como el día de Los Simpsons, el día internacional del Beso, el día mundial del Soltero y el día mundial de Star Wars. (Si no me creen, búsquenlos). ¡Me divertí mucho y aflojé mi juicio con esto de los días a conmemorar. También encontré muchos tesoros como la Semana Mundial de la Armonía Interconfesional (Feb 1 al 7), el día internacional de la fraternidad Humana (Feb 4), el día mundial de la Poesía (Marzo 21), el día mundial de la creatividad y la innovación (Abril 21), entre muchos otros que valen la pena rescatar. (Abajo les dejo el link).


Así es que en mi asombro y mi recién adquirida humildad frente a las fechas a conmemorar decidí iniciar este mes inspirada por la celebración del Día de la Conciencia. Empecé un texto muy apropiado y bien intencionado con citas inteligentes pero la cosa no me fluyó. Me sentí acartonada y tratando de dar un mensaje de gurú que no me quedaba. Entonces me tomé un cacaito, llamé a mi amiga Diane le hice una confesión que recién había descubierto en torno a nuestra relación y sentí alivio en el corazón, sonreí. Retomé una de las relaciones más valiosas de los últimos años, la cual llevaba meses perdida en la inconsciencia de mis evitaciones y temores. Gracias a mi decidida voluntad de encontrarme conmigo a través de la soledad y la escritura, al gran corazón de Diane y por supuesto, al Cacaito, pude sostener una conversación amorosa, sincera y cercana. Así fue como decidí que este articulo se trataría del padre-madre Cacao, amigo-amiga de la conciencia y el amor.


El Cacaito, o la mamá Kakau como la llaman algunos, llegó a mi vida gracias a mi amigo David. A él le pareció que no solo debía tomarlo, sino aprender a prepararlo y compartirlo. Si bien es cierto que siempre he confiado en su criterio y recomendaciones, me pareció que se estaba excediendo en confianza al pensar que yo podría realizar una ceremonia de Cacao. En todo caso fui con él, mi marido, mi socio, mis adoradas Cata y Rossy y una pacientita que amo, a nuestra primera ceremonia de Cacao de esta vida. Debo confesar que después de haber probado plantas de conocimiento psicotrópicas como el Yagé, me parecía que el Cacao sería una cosita suavecita y con poca profundidad. Empezó la ceremonia de Mónica, una mujer linda y dedicada, con las debidas indicaciones, explicaciones y consideraciones de salud y de convivencia. Estábamos a punto de iniciar un ritual que duraría 3 horas y era importante saber qué esperar. Luego de eso nos dispusimos a indagar en lo profundo de nuestro ser para intencionar el Cacao que tan amorosamente había preparado Mónica para nosotros. Respiramos, meditamos, cantamos, oramos y bebimos cacao al 100% hecho en agua de hierbas sin azúcar tal como Dios lo trajo al mundo. ¡Ay caray! ¿Por qué será que muchas de las plantas que sirven para depurar el cuerpo y el espíritu son amargas? ¡Bendita amargura! La única que debería habitarnos.


Justo ese día no podía beber mucho cacao porque traía el hígado cargado y el médico me recomendó no excederme. Con todo, lo tomé de a poquitos intercalándolo con sorbitos de agua, sin afán, escuchando los cantos que venían de la voz de Mónica y del parlante que reproducía la playlist maravillosa que creó para nosotros. Fui entrando, entrando, entrando, como una bolita que va cayendo por una canal circular. Finalmente la bolita cayó en la madriguera del conejo tal y como lo hizo Alicia y me descubrí, de repente, conmovida, conectada y con el corazón abierto. Esa bolita era mi conciencia. ¿Cómo es eso posible? ¡Si solo me tomé un chocolatito medio insípido que no produjo vómitos, diarrea, ni alucinaciones! Acostumbrada a las purgas y pruebas de sus plantas hermanas, el Cacaito me sorprendió con una dulzura que no conocía. Entendí entonces porqué la chica nos dijo: “esta planta me cambió la vida.” El cacao preparado y tomado de manera ritual, facilita una inmersión sutil pero profunda en el propio corazón.


Esa noche mi marido y yo dormimos como bebés y amanecimos con el corazón henchido, la dulzura a tope, la conciencia despierta y un tremendo deseo de confesar el amor que sentíamos a todos nuestros seres queridos; estábamos “borrachos” de amor.

¿Cómo era posible que no conociéramos esta planta originaria de las selvas de Sur America, tan usada históricamente por los indígenas del Centro y el Norte America y comercializada hace tantos años por el hombre blanco en Europa y todo el mundo? Pues la verdad es que como muchas de las cosas sagradas, este fruto ha sido desacralizado y reducida a su mínima expresión con fines netamente comerciales. Todos esos productos chocolatosos de supermercado que nos comemos son un pálido reflejo de lo que en realidad es el poder del Cacao. Esos chocolates tienen más leche, azúcar, lecitina de soya y saborizantes, que Cacao. Ese chocolate no es cacao, es una deformación que solo engorda e intoxica. (Hasta ese momento era fan de “esa cosa que engorda e intoxica” sin ninguna objeción al respecto, así es que no pretendo juzgar a nadie con este comentario).


El Cacao puro, es vida, alimento, apertura, amor, conciencia. Es un súper alimento que contiene magnesio, flavanoles, vitaminas, minerales y neuroquímicos como la feniletilamina, y las anandamidas así como teobramina, principal alcaloide del Cacao. Todos ellos estimulan nuestro cuerpo y mente, ayudándonos a sentirnos felices y motivados a la vez que nos dan enfoque y concentración.


El magnesio nos ayuda a relajar los músculos, dormir bien, tener una función cerebral sana y mantener una presión arterial equilibrada. Los flavanoles, actúan como antioxidantes combatiendo los radicales libres en el cuerpo, regulan el colesterol evitando que se adhieran lípidos en las paredes de las arterias, disminuyendo así el riesgo de enfermedades cardiovasculares y cancerígenas. La feniletilamina, mejor conocida como el “químico del amor”, se produce cuando estamos enamorados aumentando los niveles de dopamina en nuestro cerebro. Adicionalmente, este neurotransmisor ayuda a liberar noradrenalina (norepinefrina) y serotonina mejorando la actividad neuronal, sensación de bienestar, placer, motivación, creatividad, memoria y buen ánimo.


Las anandamidas por su parte se conocen como las “moléculas de la felicidad” producen una sensación de bienestar y ligera euforia como cuando liberamos endorfinas. Asociadas también con los efectos antidepresivos del cacao.


¡Todo eso trae una deliciosa taza de Cacao Ceremonial al 100%! Ahora entiendo porque nos sentimos tan bien después de esa ceremonia. El Theobroma Cacao, que literalmente quiere decir “bebida de los dioses” en griego, es una medicina que acompaña amorosamente al bebedor a abrir su corazón con tanta dulzura que activa la sabiduría de su psique sin sacarlo de su conciencia ordinaria. La teobramina, principal alcaloide del cacao, es un estimulante cardiovascular que aumenta la energía sin estimular el sistema nervioso central, ni generar picos de energía y consecuentes bajones como lo hace la cafeína, principal alcaloide del café. Dentro de sus principales beneficios fisiológicos están: cardioprotector y vasodilatador, es decir que permite a la sangre fluir mejor por el cuerpo y aumenta el flujo sanguíneo al cerebro, antioxidante, antiinflamatorio ayudando al sistema inmune, neuroprotector promoviendo la mejora cognitiva. Adicionalmente aumenta el buen colesterol (HDL) y reduce el mal colesterol (LDL). Esta “ina” que se encuentra casi exclusivamente en el cacao, nos ayuda a concentrarnos, tener mayor agilidad mental y nivel energético, liberar tensión muscular al tiempo que desbloquea a nivel físico, mental, emocional, psicológico y energético. Todo esto inevitablemente nos ayuda a ampliar nuestra conciencia y mejorar nuestras respuestas creativas frente a la vida.


No sabía nada de esto hasta que empecé a tomar cacao y estudiar sus efectos gracias a la invitación de mi amigo David. Después de la ceremonia decidí hacerle caso a su intuición y buscar la manera de aprender a prepararlo, honrarlo y ofrecerlo. Así fue como me encontré con Johana Novella, amiga de pre-kinder a quien no veía hace mas de 20 años y de quien he aprendido los últimos meses a relacionarme, preparar y ofrendar el cacao. Gracias a su espíritu alegre, generoso y sabio, mi relación con el cacao se ha fortalecido al punto que ahora quiero compartirlo en pequeños grupos. Soy consciente de que me espera un largo camino de aprendizaje de la mano de la Mamá Kakau pero ya empecé y eso me pone contenta.


¿Qué tiene que ver el cacao con el Día de la Consciencia? Bueno, desde que el Cacao llegó a mi vida lo tomo casi todos los días y he visto cómo ha limado las aristas de mis reacciones y juicios, reblandecido mis durezas y ayudándome a abrir el corazón a lo que sea que esté sucediendo en mi cotidianidad, me guste o no. ¡Pero ojo! Esta relación sagrada requiere de una disposición y actitud especiales. No es como prepararse un cafecito instantáneo y ya. Una taza de Cacao Ceremonial requiere darse el tiempo para intencionarlo, cantarle, orar y abrir el corazón desde el inicio de la preparación hasta que lo consumes. Sin embargo, si decides tomarlo solo como super alimento recibirás sus beneficios para tu cuerpo.


La relación con el cacao ha sido uno de los apoyos más importantes de los últimos meses para tomar conciencia de mi actitud en general, de mis rigideces y reacciones, de la relación que establezco con los alimentos e información que consumo y también ha sido un sostén amoroso en momentos de dolor e incomodidad. Sin duda alguna la mamá Kakau es puro corazón y conquistó el mío.


Celebro el Día de la Conciencia agradeciendo a la vida que tengo un recurso para acceder a ella, el Cacao. Su suavidad y dulzura del cacao son dos cualidades muy propicias para fortalecer nuestra capacidad compasiva tan propicia en un mundo que necesita más amor y menos guerras, también puede ayudarte a ti. Te invito a que explores esta medicina ancestral y permitas que te ayude a abrir el corazón.


Referencias de interés


https://www.un.org/es/observances/conscience-day https://es.m.wikipedia.org/wiki/Flavanol


https://www.keithscacao.com/blogs/keiths-cacao-blog/cacao-benefits-5-reasons-to-start-drinkingceremonial-cacao-today


https://www.keithscacao.com/blogs/keiths-cacao-blog/phenylethylamine-the-phenomenal-lovemolecule-in-real-chocolate


https://www.keithscacao.com/blogs/keiths-cacao-blog/theobromine-cacao-s-divine-stimulant https://es.m.wikipedia.org/wiki/Anandamida



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